Hace unos días tuve la oportunidad de visitar por primera vez la ciudad de
París. Era un viaje que tenía pendiente desde hace un año, realmente era para
conocer y pasear un poco por las calles y museos en compañía de Marta, ya que
sólo íbamos en plan de fin de semana, pero decidimos quedarnos un par de días
más. Llegamos viernes al medio día, así que lo primero fue buscar la casa de
Arnaud que es con quien tuvimos la suerte de quedarnos, una vez instalados
salimos a dar la vuelta y visitar la obligada Torre Eiffel. Todo iba según lo
planeado hasta que Arnaud nos sugirió ir a conocer Fontainebleau. La verdad
Marta y yo llevábamos los zapatos para escalar aunque estábamos mentalizados a
no usarlos debido a que era un viaje solo para pasear y también porque el clima
que hacía en París no acompañaba, con lluvia intermitente y mucha humedad. Pero
el destino quería que fuéramos a Fontainebleau y así fue. El domingo Arnaud
consiguió que su hermano le prestara el coche, fue entonces que agarramos las
mochilas, zapatos, crashpad, comida, agua y salimos disparados hacia ese
increíble bosque. Para mí ya era suficiente con poder conocer París, pero poder
hacer un poco de bloque en “La meca del bloque”, fue otro sueño hecho realidad.
Una vez que bajamos del coche y comenzamos a caminar, admiramos un bosque
realmente bonito, la bruma le daba un toque misterioso y a los pocos metros
comenzaron aparecer rocas por todos lados, rocas con formas súper curiosas, de
todos tipos y tamaños. Hacía frío y con ello el tacto era buenísimo, la roca es
arenisca y tiene un tacto muy suave, no lastima la piel como el granito, no
sabía por donde comenzar, estaba eufórico con tanto bloque alrededor. Arnaud
nos guío por algunos bloques que conocía y así empezamos a calentar, poco a
poco se iba notando que el tipo de agarre que predomina aquí son los sloppers
(planos), top outs muy técnicos. Probé bloques de todos los niveles desde V0´s
hasta V13 y había algunos bloques de V0 a V4 que se me hicieron más duros y
técnicos que otros graduados con más dificultad. Me dejé para el final un
bloque clásico “Karma 8a+(V12)”, un bloque muy explosivo de pocos movimientos
pero bastante apretados, un pequeño dinámico a dos manos para iniciar, un paso
largo de mano derecha, con un rebote que es lo más duro para mí, luego colocar
un talón y salir con mucha paciencia al top out de sloppers. Estuve bastante
cerca de hacerlo pero al final no me alcanzo el día para resolverlo. Me quedé
con muchísimas ganas de volver a este increíble lugar, sin duda de los mejores
sitios que he conocido hasta ahora. Tendré que ponerle fecha para el próximo
año. Si alguna vez tienen la oportunidad de conocerlo no se arrepentirán jamás,
se lo recomiendo muchísimo. Sólo un día aquí y quedé
impresionado al ver la cantidad de bloques que hay, algunos bloques los pude encadenar
y otros los tendré en mente hasta que pueda volver.
Como anécdota final,
pudimos rescatar la guía de Arnaud, que adivinen quien se dejó olvidada en su
estancia en Fontainebleau. Así es, el mismísimo Brunito García Badillo :)
No hay comentarios:
Publicar un comentario