viernes, 26 de diciembre de 2014

Fontainebleau



Hace unos días tuve la oportunidad de visitar por primera vez la ciudad de París. Era un viaje que tenía pendiente desde hace un año, realmente era para conocer y pasear un poco por las calles y museos en compañía de Marta, ya que sólo íbamos en plan de fin de semana, pero decidimos quedarnos un par de días más. Llegamos viernes al medio día, así que lo primero fue buscar la casa de Arnaud que es con quien tuvimos la suerte de quedarnos, una vez instalados salimos a dar la vuelta y visitar la obligada Torre Eiffel. Todo iba según lo planeado hasta que Arnaud nos sugirió ir a conocer Fontainebleau. La verdad Marta y yo llevábamos los zapatos para escalar aunque estábamos mentalizados a no usarlos debido a que era un viaje solo para pasear y también porque el clima que hacía en París no acompañaba, con lluvia intermitente y mucha humedad. Pero el destino quería que fuéramos a Fontainebleau y así fue. El domingo Arnaud consiguió que su hermano le prestara el coche, fue entonces que agarramos las mochilas, zapatos, crashpad, comida, agua y salimos disparados hacia ese increíble bosque. Para mí ya era suficiente con poder conocer París, pero poder hacer un poco de bloque en “La meca del bloque”, fue otro sueño hecho realidad. Una vez que bajamos del coche y comenzamos a caminar, admiramos un bosque realmente bonito, la bruma le daba un toque misterioso y a los pocos metros comenzaron aparecer rocas por todos lados, rocas con formas súper curiosas, de todos tipos y tamaños. Hacía frío y con ello el tacto era buenísimo, la roca es arenisca y tiene un tacto muy suave, no lastima la piel como el granito, no sabía por donde comenzar, estaba eufórico con tanto bloque alrededor. Arnaud nos guío por algunos bloques que conocía y así empezamos a calentar, poco a poco se iba notando que el tipo de agarre que predomina aquí son los sloppers (planos), top outs muy técnicos. Probé bloques de todos los niveles desde V0´s hasta V13 y había algunos bloques de V0 a V4 que se me hicieron más duros y técnicos que otros graduados con más dificultad. Me dejé para el final un bloque clásico “Karma 8a+(V12)”, un bloque muy explosivo de pocos movimientos pero bastante apretados, un pequeño dinámico a dos manos para iniciar, un paso largo de mano derecha, con un rebote que es lo más duro para mí, luego colocar un talón y salir con mucha paciencia al top out de sloppers. Estuve bastante cerca de hacerlo pero al final no me alcanzo el día para resolverlo. Me quedé con muchísimas ganas de volver a este increíble lugar, sin duda de los mejores sitios que he conocido hasta ahora. Tendré que ponerle fecha para el próximo año. Si alguna vez tienen la oportunidad de conocerlo no se arrepentirán jamás, se lo recomiendo muchísimo. Sólo un día aquí y quedé impresionado al ver  la cantidad de bloques que hay, algunos bloques los pude encadenar y otros los tendré en mente hasta que pueda volver.

            Como anécdota final, pudimos rescatar la guía de Arnaud, que adivinen quien se dejó olvidada en su estancia en Fontainebleau. Así es, el mismísimo Brunito García Badillo :)

jueves, 31 de julio de 2014

Reset

    Hace casi un año que llegué a Catalunya y hasta ahora creo que he comenzado a tener la estabilidad necesaria para poder dedicar más tiempo a la escalada. Aquellas personas que han cambiado su residencia a otro país creo que me entenderán un poco y para los que no lo han hecho y quieren hacerlo, decirles que no es nada fácil, pero se aprende muchísimo. En mi caso vine por dos razones y afortunadamente la escalada fue una de ellas. Todos aquellos que estamos metidos en este deporte, alguna vez hemos escuchado acerca de los mejores lugares en el mundo para escalar y, gracias a toda la información que existe actualmente, sabemos que Catalunya es quizá el más famoso de todos, claro que habrá muchos otros lugares increíbles, pero sin duda por la logística y desde mi punto de vista Catalunya es el lugar ideal para poder desarrollar tu potencial como escalador deportivo y por supuesto también como escalador tradicional, incluso para hacer montaña, ya que en muy poca distancia y muy accesible tienes una cantidad de zonas que ni te imaginas. En un año casi transcurrido, aún no conozco muchos sitios, pero a los que he tenido la oportunidad de conocer, todos son súper fanáticos y en todos tengo algún proyecto pendiente. Ha sido un proceso de aprendizaje sin fin, desde la aclimatación, la cultura, la alimentación, etc... Al inicio no podía escalar tanto como hubiera deseado, lo que me causó un poco de malestar, pero entendí que el proceso de cambio que estaba viviendo no era para nada sencillo y que necesitaba enfocar mi atención en otras  cosas que también eran muy importantes para que después pudiera escalar con tranquilidad. Ahora estoy mejor, mi cuerpo se ha ido adaptando poco a poco a los estilos de escalada, aunque también ha pasado por una etapa de bajón y lesiones, hasta por fin estar listo para poder afrontar cualquier proyecto que me proponga. No cabe duda que salir de la zona de confort es muy difícil, cambiar la tortilla por las barras de pan, el español chilango por el catalán, el Toka por la Panxa del Bou etc... De igual manera encontrarme con nuevas amistades, personas súper amables que han sido de gran ayuda para incorporarme a esta bonita cultura. Es el momento de reiniciar, retomar los proyectos en mente y desarrollar mi potencial, espero pronto poder contarles alguna buena noticia.

Saludos a toda la banda mexicana y para aquellos que quieran venir a escalar, aquí tienen un sofá cama esperando, (que lo inaguró el André Maubert, Maritza y hasta Julián "Shagy" que también durmió aquí).

Por último y no menos importante agradecer a mi patrocinador Alta Vertical (Petzl México, La sportiva México) por hacer el esfuerzo de seguir apoyándome a pesar de la distancia, gracias por la confianza equipo, ojalá pronto pueda ir a México para transmitirles éstas nuevas experiencias personalmente.