domingo, 9 de diciembre de 2012

Las Chicas Súper Poderosas

Pues que les cuento, para mí, encadenar la ruta es el resultado de insistir e insistir, y sí, la verdad se siente muy bien cuando al final puedes llegar hasta las cadenas sin caer, pero desde mi particular punto de vista, lo que cuenta son todas esas experiencias adquiridas en cada uno de los intentos por encadenarla, desde el momento de tomar la decisión de subirse a una ruta que te supera física y mentalmente, ese momento cuando decides ponerle tus cintas y piensas "hay weey, ahora sí estoy embarcado".  Comenzar a descifrar la secuencia de cada uno de los movimientos, compartir experiencias con amigos que han intentado la ruta o la han encadenado anteriormente, pedir su ayuda para hacer tal o cual paso. Superar el hecho de que los agarres no van a cambiar, ni tampoco tus brazos van a crecer y lo único que te queda es afrontar la realidad y darte cuenta que si quieres lograr el objetivo, tendrás que comprometerte seriamente. Subir y caer una y otra y otra vez, tener miedo, sentir frustración, coraje. Alegría cuando logras hacer el crux, incertidumbre de saber que te faltan tres cuartas partes aún de la ruta, de nuevo frustración cuando el paso que ya te salía ahora ya no, sufrir agotamiento físico, agotamiento mental, lesiones. Felicidad cuando logras hacerla con una caída, y de nuevo incertidumbre cuando te das cuenta que esa caída es más dura de lo que pensabas. Entrenar en el muro resistencia y fuerza. No desvelarte un día antes de ir a escalar. Pasar frío y calor, superar la temporada de lluvias. En mi caso esperar una semana para poder intentar de nuevo la ruta y volver a casa con las manos vacías, pensando nuevamente en el siguiente fin de semana. Y es cuando menos te lo imaginas, cuando dejas a un lado el ego, cuando respiras tranquilamente, te relajas y disfrutas cada uno de los movimientos, y te das cuenta que estás en un lugar donde jamás habías pensado que podías llegar y ese lugar es finalmente la cadena de la ruta. Al final lo que me encanta de la escalada, es que lo puedo aplicar a mi vida diaria. Así que no hay pretexto, motivados para lo que venga, porque si hay algo de cierto cuando encadenas el proyecto es pensar que te esperan muchos más.

La Historia se llamó "Las Chicas Súper Poderosas", la dificultad 5.14c.
Ubicada en el Huevo, en la zona de escalada de Jilotepec, Estado de México
Gracias a Jonathan que se imaginó la línea y la equipó pensando que se podía subir.

Foto de Carlos Cardona

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